Dr. Juan Manuel López
Fisiatra
Especialista en medicina física y rehabilitación. Universidad Javeriana – Hospital Militar Central. Dolor de espalda, lesiones deportivas. Electromiografía, aplicación de toxina botulínica, infiltraciones y bloqueos.
Especialista en medicina física y rehabilitación. Universidad Javeriana – Hospital Militar Central. Dolor de espalda, lesiones deportivas. Electromiografía, aplicación de toxina botulínica, infiltraciones y bloqueos.
La contractura muscular es una contracción constante e involuntaria del músculo o de algunas fibras musculares, que permanecen en ese estado incluso en los periodos de descanso.
Se produce un aumento continuado del tono muscular, por diversas causas, que provocan a su vez una disminución del movimiento y de la circulación sanguínea local, acumulando toxinas en la zona. Esta presencia de toxinas o metabolitos de desecho provocan mayor presión entre las fibras, y a su vez, mayor dolor con el consecuente aumento otra vez del tono muscular, cerrando un círculo vicioso que es imprescindible interrrumpirlo para la recuperación.
Las causas más comunes de contractura muscular son:
Esfuerzos laborales y posturas estáticas mantenidas, movimientos repetidos.
Ejercicio desacostumbrado o excesivo.
Traumatismos.
Alteraciones estructurales y lesiones de la columna vertebral.
Microroturas en actividad física deportiva.
Sedentarismo.
Frío, corrientes de aire, aires acondiconados…
Mecanismo de defensa o contracción antiálgica ( en presencia de hernia discal, protusión, atrapamientos nerviosos, lesiones articulares…)
Tensión emocional, estress, ansiedad.
Reflejos viscerales.
La fractura por stress es una falta de continuidad en el tejido óseo, una grieta pequeña en el hueso. Éste tipo de fractura no se produce de forma súbita, como una fractura provocada por una caída, sino que es el resultado de microtraumatismos repetidos a lo largo del tiempo o excesiva actividad muscular realizada de manera repetida.
Por lo general, las fracturas por fatiga consisten en varias fisuras o fracturas incompletas en el periostio o superficie externa del hueso estando relacionadas, habitualmente, con un aumento brusco de la intensidad, la frecuencia o la duración de la práctica deportiva.
Una contusión, golpe o caída no provoca una fractura por stress. Lo más común es el aumento brusco de cantidad, duración o intensidad de una práctica física, uso de calzado inadecuado, cambio de actividad deportiva, de superficie sobre la que se practica la actividad, el tabaquismo, deportes que incluyan saltos o carreras, estado fisico deficiente, insuficiente ingesta de calcio, transtornos menstruales en la mujer, sobrecarga fisica permanente, reciente incorporación a la actividad física, osteoporosis, etc. Además existe un riesgo de mayor probabilidad de ocurrencia en el sexo femenino.
Las actividades con mayor riesgo son saltar y correr, así como los cambios en la forma de las actividades físicas o el tipo de superficie.
Este tipo de fractura se puede presentar a cualquier edad; circunstancia que se ha visto favorecida, dado que en la actualidad ha aumentado el numero de personas de diversas edades que practican actividades deportivas, incluyendo la incorporacion al deporte de la tercera edad.
El dolor muscular es el problema más extendido entre la población. Tanto, que el 80% de ellos han sufrido alguna vez en su vida dolor de espalda. La mayoría de las dolencias están relacionadas con problemas cervicales, lumbalgias y dolor de hombros o rodillas. El 80% de la población padece de lumbalgia mecánica o “inespecífica” en algún momento de su vida. El 30% de la sociedad sufre dolor crónico de espalda, es decir, tienen un dolor continuo durante 3- 6 meses al año.
Básicamente la función de sostener el cuerpo y permitir su movimiento, la de contribuir a mantener estable el centro de gravedad, tanto en reposo, como sobre todo en movimiento; y proteger la médula espinal en una envolvente de hueso. Para eso es necesario que esté formado por huesos muy resistentes como son las 32 vértebras separadas, dispuestas una encima de otra y sostenidas por un sistema muy potente de músculos y ligamentos.
La primera consecuencia es el estado forzado y agarrotado de los músculos. Cuando han pasado pocas semanas y este estado muscular no se corrige, el dolor y la inflamación afecta a estructuras más importantes y profundas, como es el nervio, produciéndose una severidad mayor en la lesión inicial. El dolor de espalda puede durar mucho tiempo y llegar a incapacitar.
El dolor en hombros, codos, manos, caderas, rodillas, pies y dedos, también pueden ser una consecuencia de un problema de espalda no corregido y mantenido en el tiempo. En estos casos se precisa tratar al mismo tiempo la columna vertebral y la articulación afectada.
Los ejemplos más frecuentes están en enfermedades como Osteoartitis o degeneración del cartílago, Ciática, Osteoporosis, Hernia de disco, Fibromialgia, Lesiones y accidentes, Estenosis espinal, Espondilitis anquilosante, Dolor referido…